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Eva Gualda

landing Eva1Soy Eva Gualda, traductora autónoma especializada en subtitulado, localización y transcreación. Mis lenguas de trabajo son español, inglés, francés y portugués, y me centro especialmente en el sector audiovisual y cultural. Uno de mis objetivos como profesional de la traducción es que estas iniciativas, de diferente tamaño y alcance, encuentren sentido y recepción en nuevos horizontes lingüísticos. Es también una manera de contribuir a la difusión de la cultura más allá de las grandes producciones, dando voz a propuestas independientes que aportan diversidad y enriquecen el panorama global frente a una oferta cada vez más homogénea. También soy una firme defensora de la accesibilidad, y parte de mi trabajo y vocación se centra en esta modalidad, ya que se trata de otra forma de garantizar el alcance de la cultura para todos. Además de cine y series, trabajo en localización de páginas web y videojuegos, traducción de marketing, traducción literaria y proyectos para ONGs, universidades y el sector público.

Portal7: ¿Prefieres el doblaje o los subtítulos? Ventajas y desventajas:

A nivel personal, ¡subtítulos siempre! Es un modo de apreciar de forma completa el trabajo de los actores, la potencia de la voz, etc. Además, como lingüista, me encanta escuchar los idiomas en los que se rodó la obra. Ver una película doblada a estas alturas me resulta un poco extraño, aunque a veces no me queda otra (por ejemplo, cuando veo algo con mi familia, jeje).

Dicho esto, valoro muchísimo el doblaje como herramienta de accesibilidad, que es esencial para personas con dificultades de lectura, para públicos infantiles, o simplemente para quienes simplemente buscan una experiencia más cómoda. Además, admiro mucho el trabajo de los que lo hacen posible: traductores, ajustadores, actores de doblaje... Es una tarea muy creativa, pero también técnica y milimétrica que requiere mucho talento para adaptar los diálogos, sincronizar labiales y mantener el tono y el ritmo de la obra original.

Portal7: ¿Haces audiodescripción, lenguaje simplificado, subtítulos para personas con dificultades de audición o sordas de nacimiento?

Sí, una de mis principales especialidades son los subtítulos para personas sordas o con dificultades de audición. De hecho, en algunos proyectos cuentan conmigo específicamente para esta tarea, son imprescindibles para optar a determinadas becas o ayudas públicas al cine en España, y otras veces lo hago de forma integrada en un proyecto de traducción de subtítulos.

Aún no he tenido la oportunidad de realizar un encargo basado exclusivamente en lenguaje simplificado, pero me parece crucial llevarlo a todos los ámbitos y normalizar su uso. Hasta cierto punto, estoy muy familiarizada en calidad de traductora audiovisual, ya que al trabajar con subtítulos es inevitable aplicar principios similares: sintetizar, simplificar estructuras y asegurar que el mensaje no solo se entienda, sino que dé tiempo a procesar en el tiempo de lectura disponible. En ese sentido, siempre se trabaja con criterios de claridad y accesibilidad cognitiva.

Respecto a la audiodescripción, es un campo que me interesa bastante por su dimensión creativa y su función en términos de accesibilidad. He realizado formación específica y me estoy familiarizando cada vez más con sus técnicas, enfoques y normativas. Para mí es casi una extensión natural de mi perfil como traductora audiovisual.

Portal7: ¿Cuál de estas modalidades te parece más importante para la inclusión?

Todas estas modalidades son fundamentales para la inclusión, ya que atienden a necesidades diferentes. Los subtítulos para personas con dificultad auditiva son imprescindibles para garantizar que este público pueda acceder plenamente a contenidos audiovisuales. La audiodescripción, por su parte, es esencial para personas con discapacidad visual, permitiéndoles disfrutar y comprender el contenido a través de descripciones de lo que sucede en pantalla. También es una herramienta muy útil para personas que, sin tener necesariamente una discapacidad, quieren disfrutar de una película mientras hacen algo en casa, salen a correr, etc.

El lenguaje simplificado, por otra parte, creo que es la modalidad más universal y transversal. No solo favorece la accesibilidad cognitiva para personas con dificultades de comprensión, discapacidad intelectual o mayores, sino que también promueve la inclusión social al hacer la comunicación más clara y directa para todos, independientemente de su origen o nivel cultural. Utilizar lenguaje sencillo en documentos oficiales o contenidos digitales, por ejemplo, ayuda a que más personas puedan entender la información sin sentirse frustradas o incluso excluidas socialmente. Por eso, creo que el lenguaje simplificado debería normalizarse en todo tipo de formatos como una vía para una verdadera inclusión social y cultural.

Portal7: ¿Qué países están a la cabeza de estas modalidades de traducción y por qué?

Reino Unido, Canadá y Estados Unidos cuentan con regulaciones que establecen cuotas mínimas de subtítulos, audiodescripción y lengua de signos, especialmente en la televisión pública y a veces también en la privada. En Europa, destacan los países nórdicos como Finlandia y Suecia, además de Portugal, que tienen una tradición de subtitular antes que doblar, tanto por motivos culturales como económicos (ya que el doblaje requiere contratar actores, ajustadores, etc.). En España, en los comienzos del cine y durante la dictadura franquista se potenció el doblaje como una herramienta de censura. Esto condicionó la preferencia por esta modalidad, que quedó muy asentada culturalmente hasta hoy. Al final, se trata de una mezcla de razones históricas y costumbres, y de la legislación vigente.

Portal7: ¿Qué habría que cambiar en España en este sentido?

Lo cierto es que España ha avanzado mucho en los últimos años, ya que la legislación en materia de accesibilidad audiovisual está mejorando progresivamente, especialmente tras la pandemia. Además, con la llegada del streaming, el espectador puede elegir entre subtítulos o doblaje, según su preferencia. Esto hace que las nuevas generaciones estén mucho más acostumbradas a los subtítulos, además de que todos conocemos los beneficios que tienen a la hora de aprender o perfeccionar idiomas, lo que ha beneficiado y poco a poco va normalizando su uso. Creo que lo que queda es seguir defendiendo estos derechos y fomentar una mayor concienciación social para no solo garantizar el acceso universal a la cultura, sino que, como sociedad, entendamos el porqué. ¡Una cultura accesible nos hace más libres a todos!

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